1. Usar siempre un cuchillo bien afilado y hacer el mínimo de cortes posibles. Esto para causar el menor daño a las celular y así minimizar la liberación de gas irritante.
2. Frio: Llevar las cebollas al refrigerador por 1 hora o al congelador por 20 minutos antes de usarlas.
3. Agua hirviendo: antes de cortar la cebolla, sumergirla en agua hirviendo unos segundos y luego en agua fría.
4. Protección: Usar gafas y una pinza en la nariz para evitar que los gases irritantes lleguen al lagrimal.
5. Lavar las cebollas: Una vez desprendida la primera capa seca, le damos un pase x el agua de la llave, lavaremos el sulfúrico superficial y rebajaremos el nivel de la emanaciones.